Multitudinarias marchas a favor de Álvaro Uribe Vélez se registraron el 7 de agosto en Colombia y el exterior, mostrando la profunda división política del país.

El pasado 7 de agosto, una ola de movilizaciones recorrió Colombia y varias ciudades del mundo en apoyo al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Estas manifestaciones, convocadas por simpatizantes y miembros del Centro Democrático, expresaron su respaldo al exmandatario en medio de las diversas investigaciones judiciales que enfrenta. La magnitud de las marchas ha generado un intenso debate sobre la polarización política colombiana.

El evento contó con la participación de figuras prominentes del uribismo, quienes expresaron su incondicional apoyo a Uribe y denunciaron una supuesta persecución política. Si bien no hubo declaraciones oficiales del expresidente, voceros del Centro Democrático calificaron la movilización como una muestra de la "fuerza democrática" y el "rechazo a la injusticia". Se observó una alta concentración de banderas colombianas y pancartas con mensajes de apoyo al exmandatario.

Las marchas se desarrollaron de manera mayoritariamente pacífica, aunque se registraron algunos incidentes menores en ciertas ciudades. Organizaciones de derechos humanos monitorearon las protestas, reportando discrepancias en el conteo oficial de asistentes en las diferentes ciudades. La convocatoria, difundida a través de redes sociales, logró movilizar a un gran número de personas, demostrando el arraigo político de Uribe en amplios sectores de la población colombiana.

La polarización política en Colombia se ha acentuado en los últimos años, con Uribe como una figura central en este escenario. Estas manifestaciones refuerzan esta realidad, planteando interrogantes sobre el futuro del país y la necesidad de un diálogo nacional que trascienda la confrontación ideológica. El impacto político a largo plazo de estas marchas es aún incierto, pero reflejan una profunda división social que requiere atención.